sábado, 6 de octubre de 2012

Impublicable XII


Dentro de un pre amor,
siempre hay basura cósmica
desintegrable a plazo fijo,
mensajes, llamadas,
andanzas, caminatas,
rojos atardeceres,
cantos bajo balcones,
declamaciones de augurios,
buenas famas,
zapatos lustrados ,
plegarias solitarias,
risas desvanecidas,
pero el plazo,
un día se cumple,
y la telaraña,
se muda de los ojos al rostro,
y la basura estorba,
y el cosmos, que era tan inmenso,
se puede guardar,
incluso en la pecera,
verdeazul de las glorias
rezagadas,
Pero yo te amo, dices,
pero yo te amo, digo,
entonces,
cuando la soledad aprieta,
en los albores de la vejez,
echamos mano,
a la basura cósmica,
vuelta del vacío
de la rutina,
y la telaraña,
ya con menos lucidez,
se muda a los ojos,
y  vemos de nuevo,
nuestros rostros,
en la copa de champán,
decrépitos,
tuertos tal vez,
y nos enamoramos...

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