martes, 6 de diciembre de 2011

Una claveguera I.

Francamente,
aún se caen las gotas
del tintero,
y salen cartas anónimas,
a recorrer a pie,
a tocar puerta por puerta,
y si por esas casualidades,
tocan sus zapatos,
¡Dios me libre!
Francamente,
ya es hora,
y tiempo falta,
para sacudir,
rincones, y desempolvar recuerdos,
y empezar de nuevo,
francamente,
parece difícil,
y costoso,
comprar
un pasaje sin retorno,
e irse bien lejos,
francamente,
hace falta coraje,
y buen genio,
para hacer maletas,
y decir hasta luego,
fue un gran placer,
haber coincidido...
los versos,
son tan insípidos,
que francamente,
no recomiendo,
por aquí un paseo,
mejor,
es marcharse pronto,
que mañana...
bueno, mañana veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario