domingo, 18 de diciembre de 2011

Remodelados I.

Catorce de Julio,
doscientos veintidós años después,
de la toma de la bastilla,
vuelvo a pensar,
que no hay nada más bello,
que soñar en la neblina,
de una ciudad,
y a la orilla del mar,
destapar el último vino tinto,
de la despensa,
y cantar,
que de pronto,
venga una gran ola,
y se lleve mi canto
a varar a otro puerto.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Impublicable VII


Y pensé, con dos manos,
y algo más que viene de adentro,
construir un pequeño
mundo, real,
e inventado,
y con amplio espacio
para coincidir
y para ser libres,
y nos dió
el tiempo una bofetada,
y aquello,
fue más que una broma de mal gusto...
Y, de pronto,
di un salto al frente,
y para colmo de males,
y mala fama,
y todas esas tonterías,
pasé de largo,
disculpe señor,
puede usted indicarme,
por dónde vuelvo,
¿volver a dónde señorita? preguntó,
el tiempo perdido,
su nombre lo dice,
no se recupera,
con cambiar de dirección los rieles...
De modo que volví,
sin más pertenencia
que la identidad,
intacta,
y una trasnochada,
cómo puede uno dormir a ésta hora
si no hay sueño,
muy cierto señorita,
me dijo,
lástima,
que yo vivo en las paredes,
lástima le dije,
lástima, lástima,
así nunca podremos salir de ésta biblioteca.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Corazón Libre (Rafael Amor, canción, Interpretada por Mercedes Sosa)

Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos corazón, son los que no luchan.
No los dejes corazón que maten la alegría,
remienda con un sueño corazón, tus alas malheridas.

No te entregues corazón libre, no te entregues.
No te entregues corazón libre, no te entregues.


Y recuerda corazón, la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida corazón, carne de primaveras.
Se equivocan corazón, con frágiles cadenas,
más viento que raíces corazón, destrózalas y vuela.

No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,
serás cómplice y esclavo corazón, si es que los escuchas.

Adelante corazón, sin miedo a la derrota,
durar, no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa.

martes, 6 de diciembre de 2011

Una claveguera I.

Francamente,
aún se caen las gotas
del tintero,
y salen cartas anónimas,
a recorrer a pie,
a tocar puerta por puerta,
y si por esas casualidades,
tocan sus zapatos,
¡Dios me libre!
Francamente,
ya es hora,
y tiempo falta,
para sacudir,
rincones, y desempolvar recuerdos,
y empezar de nuevo,
francamente,
parece difícil,
y costoso,
comprar
un pasaje sin retorno,
e irse bien lejos,
francamente,
hace falta coraje,
y buen genio,
para hacer maletas,
y decir hasta luego,
fue un gran placer,
haber coincidido...
los versos,
son tan insípidos,
que francamente,
no recomiendo,
por aquí un paseo,
mejor,
es marcharse pronto,
que mañana...
bueno, mañana veremos.

martes, 29 de noviembre de 2011

ESG (Sólo personal autorizado II)

Puede ser el caso,
de que no suenen las pisadas en la escalera,
que dejen de ser mayoría,
las negativas,
y llegue corriendo el día,
de sacar mi blanca bandera,
y dejen de hacer patria,
en mis venas,
las cadenas,
y el temor,
de admitirlo al fin y al cabo...

(No se aceptan ofertas,
no se ofrecen descuentos)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sus olores llenan ya mi soledad...

No obstante,
Si somos árbol caído,
y de nosotros,
leña hacen los transeúntes,
seremos viento, seremos piedra,
y no sólo ruínes palabras,
ya sabrás,
que las marcas de alquitrán,
fresco,
me incitan,
a buscarte en todos los lugares del mundo,
y no obstante,
quedarme de brazos cruzados...
La incomprensión,
cariño,
aloja en los peores arrabales del alma,
Y no obstante,
ver tu rostro,
así a lo lejos,
es el mejor,
antídoto contra los malos tiempos,
y una leve sonrisa,
basta y sobra,
para apagar las luces,
y amanecer de nuevo.

martes, 15 de noviembre de 2011

Todavía quedan restos de humedad...

Que no se repitan, los jueves negros,
las pisadas en la arena,
y que no se repitan los suspiros en primavera,
ni el impuesto específico,
de los combustibles,
ni la poesía reciclada,
de los períodicos y las fantasías,
que hace su nido,
en la cal de las paredes,
ni mis ganas,
de que ésto,
fuera por fin un buen poema.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Impublicable VI.



Pasaron los autobuses llenos,
los obreros salieron de sus turnos,
y poco a poco se fue amainando el aguacero,
cayeron las nueve,
las diez en el bandejón,
y se lleno de gaviotas el puerto,
"Ésto tendría que haberlo hecho antes"
dieron las once,
y el viento cesó,
los árboles como árboles se quedaron,
y la vida como vida,
la mala fama,
aprende sólo a palos,
a sobrevivir,
las doce,
y ya el frío se marcha,
y no tener nada que hacer,
es lo mismo,
que estar solo,
a las una de la madrugada.
Caramba, qué susto me ha dado,
si quiere quedarse,
no hay problema
pero en dos horas más,
suena el despertador
y se va de mi sueño.

lunes, 31 de octubre de 2011

Cosas VI

Los rumores de la calle,
Podrán sacar la voz,
Y gritar que tal vez no es importante,
Un año más, uno menos,
Pero cómo no va a ser importante,
Saber que le ganamos a la rutina,
Al tiempo, al entorno y a las sospechas,
Y a la línea divisoria del silencio,
Al nada es para siempre,
Le ganamos,                                                 
Y llegamos antes que la poesía,
A ésta hora,
En que me desespero,
Por buscar un buen regalo
Que dejar en tu almohada.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Y ahora, tome su abrigo
descuelgue, por favor,
su sombrero,
y ahí donde usted la ve,
está la puerta,
y con todo respeto
le pido que se largue,
y que no vuelva a poner un pie,
en esta casa.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Aguacero III

Al olvido la luna,
al olvido el bressol, las diez de la noche,
los lunares de las faldas,
al olvido las carpetas,
los teléfonos, las casacas,
los militares, al olvido,
al olvido los papeleros,
los timbres,
los buses incendiados,
y el noticiero,
al olvido la hoguera,
y el tribunal del santo oficio,
al olvido don José,
y la mujer desconocida,
al olvido el registro civil,
las grandes empresas,
al olvido Chile,
y la oficina,
al olvido, al olvido con ellos,
al olvido,
el crimen y el castigo,
los techos,
los falsos razonamientos,
al olvido Janis Joplin,
las cartones
las paredes, las ferias,
los cielos rojizos, los coristas,
al olvido la mala memoria,
y la buena suerte,
al olvido el si, el no, el talvez, el mañana,
el quizá, el hasta luego, el hasta nunca,
el nos vemos pronto,
al olvido las mentiras,
al olvido el carajo,
el infinito,
y el menos cero,
al olvido los hoyos negros de la realidad,
al olvido con ellos, al olvido,
al olvido con el ida y vuelta,
dos por uno, lleve ya,
acá está su vuelto,
caballero,
que tenga buen viaje.

jueves, 13 de octubre de 2011

Molestias II.

¿Tan difícil puede ser,
escribir una sóla frase,
sin que se instale el amor en sus ojos?
cuénteme que tan difícil es,
a ver si se desencanta,
con mi enfado,
y tira, ahora y para siempre,
el romanticismo a la basura...

miércoles, 12 de octubre de 2011


Comisario, no soy culpable. Ya le dije que no fue real. Hasta donde recuerdo el arma tampoco estaba cargada. Y además ¿Cómo iba yo a saber que él estaba soñando lo mismo?

Impublicable Nº 3

Caballero, no le perdono,
que me haya olvidado,
en el fondo de su copa de champán,
no me venga con excusas,
que agravan la falta...

martes, 11 de octubre de 2011

Sóplame este ojo - Oscar Hahn

Así que estaban tomándose un café
y conversando solamente
sóplame este ojo
y ahora sóplame este otro
para que se me vuelen los dos
y no te vuelva a ver
nunca más

martes, 20 de septiembre de 2011




Úrsula sufría de claustrofobia desde que era una niña. Jamás subía a los ascensores, ni viajaba en metro y por las noches dejaba puertas y ventanas abiertas de su habitación. Nunca le gustaron los apartamentos ni los supermercados.
En su lecho de muerte, un día, despertó en un llanto de histeria a todo el personal clínico.
Cuando el médico a cargo le preguntó qué había ocasionado el grito ella simplemente fijo la mirada en el vacío y contestó.
- Me perdí en una hoja de Excel.

martes, 13 de septiembre de 2011

Impublicable Nº 2.

Cuando digo que está bien,
quiero decir en verdad,
que ya no hay más que hacerle,
que no importa, que ya pasó,
que no hay rencor, y que pronto,
caerás en mis olvidos,
quiero decir, además,
que ya fue,
y también,
que nada será como antes,
que ya no llamaré a tu casa,
ni llevaré remedios a tus dolencias,
que ya va,
quiero decir,
que cuides de ir solo por los caminos,
y de la oscuridad,
que algo puede pasarle a tu coche,
que no te preocupes por mi,
que yo estaré bien,
y que mires bien,
antes de cruzar las calles,
que prestes atención a lo que bebes,
y a las cartas de amor,
que lleguen a tu puerta,
quiero decir,
que todo estará bien,
dentro de un par de segundos,
cuatro,
tres,
dos,
uno...


Impublicable Nº 1


Cuando ya no queden
papeles que recoger,
Lunes para empezar,
libros que desempolvar,
cuando no haya revista que leer,
pisos que barrer,
gente para conversar,
fotografías que revelar,
cantos para entonar,
cuando ya no queden
vinos que descorchar,
prendas que echar al lavadero,
horizontes que apreciar,
banderas que izar,
rutas que recorrer
castillos en el aire que construír,
páginas en blanco para escribir,
música que escuchar,
cuando ya no queden perros que ladren
al amanecer,
cuando no queden lienzos para quemar,
años que vivir,
verbos para conjugar,
escaleras por subir,
sueños para soñar,
llamadas que contestar,
telas rotas que zurcir,
besos para besar,
prófugos que perseguir,
cuando se vayan las gaviotas,
y ya no quede luna para observar,
ni acordes para cantar,
ni bemoles que afinar,
ni pasodobles que bailar.

Cuando ya no queden...
ni penumbras para alumbrar,
ni males que remediar,
ni pecados que perdonar,
ni expresos en los andenes,
me pregunto,
si cuando todo se esfume,
y ya no queden,
lágrimas que llorar,
ni montañas que escalar,
silencio que romper,
me pregunto,
...
me pregunto, si cuando
se termine el invierno,
y florezcan los almendros,
y vuelvan las avenidas a llenarse de pájaros,
y se vayan a huelga las páginas de los calendarios,
me pregunto,
si acaso,
cuando los ríos a su cauce vuelvan,
seguirás o te habrás ido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Y no pude distinguir entre ceguera y olvido,
ni aún cien años despues,
de encontrar tu carta entre mis cartas,
y tu voz en mi memoria,
perforada y reseca,
del viento y lluvia ... de ésta,
crónica del pasado,
absurdo y,
caído,
desmembrado,
en miles de pedazos,
y no pude nunca juntarlos...
nunca, juro,
que jamás nunca,
volví a saborear tu nombre...

Y no pude verte,
agitando el pañuelo del hasta nunca...
jamás
vi la última sonrisa,
que te pintaste,
ni entre ceja y ceja,
el ceñído de tus promesas
pasajeras,
ambulantes,
sin dejar en cada puerto, un amante...

No pude sostener,
en mis manos,
la ilusión de tus regalos,
nunca,
jamás nunca,
recibí las letras doradas,
ni la llave,
ni los fantasmas de tu regreso,
juro,
que jamás nunca,
volví a pensar en eso.

Gramática.

Guardo, las cartas anticipadas,
y el café, las tintas de los lápices,
por si encuentro alguna libreta
guardo miles de cosas,
y soy tacaña,
no hago derroches,
guardo las mayúsculas,
y no pongo más de un acento,
en una frase,
evito las comas,
y me encantan los puntos finales.

viernes, 12 de agosto de 2011

Poesía.


Yo te busco,
te busco en mis manos tercas y entre las pulgas de los perros,
te busco, pienso, me doy vueltas, te busco, debajo de los zapatos de algún cantor en la calle,
en los basureros, por medio de los ceda el paso de las carreteras,
Te busco y te llamo a que me hagas compañía,
hoy, sólo hoy,
que tengo desamores que contarte,
y un amanecer que se dió a la fuga,
a medianoche...

Te llamo a que vengas a quedarte unas horas,
y saquemos los minuteros de los relojes,
te busco, te busco a ti, en mí, en la gente,
te busco común y corriente,
cuando me quedo en los andenes,
con un lápiz y un papel vacío al acecho,
te busco y te llamo,
que hace ya bastante tiempo,
que no vienes.

Y por si fuera poco,
te busco en los diccionarios, y en las jergas de los marineros,
en el humo de las chimeneas,
te busco que quiero contarte,
un par de historias que encontré,
en mis bolsillos...
te busco que ya no me sobras
ni te caes de mis labios,
por eso te busco,
en la letra chica
de los pactos de silencio,
que firmamos.

Te busco, como si se acabara el mundo,
en dos segundos,
te busco, con frío y con la frente en alto,
te pido, que vengas un momento,
que te necesito,
cielos, te necesito,
aunque sean las sobras de tus pasos,
te necesito libre y ambulante,
como los comerciantes de la calle,
pero viva, viva, como la lluvia
y viva como la palabra poesía.

jueves, 21 de julio de 2011



Y si se consumen los lienzos,
de las velas,
...pensarás en algo,
Ayer me dijiste,
que podíamos soplar las ganas de apagar las luces,
en la oscuridad,
también ...
pensarás en algo,
para todo,
tienes las ideas listas,
si morimos
en el intento,
...pensarás en algo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Casi veinte y dos vidas,
flor del naranjo,
eres, más,
mucho más que eso,
corazón de barro,
sécate al sol,
el sudor de la frente...
Casi veinte y sin embargo,
persiste la duda,
en la pendiente...
Hermana de sueños,
que se fueron sin alas,
a caminar,
por dos rutas del poniente,
por donde el sol pasa,
burlón,
agitando el pañuelo sin decir adiós...

Casi veinte, pequeña mariposa,
¡Volaste!
lejos y antes de tiempo...
En un miércoles,
de Junio,
llegó el viernes corriendo,
con la noticia entre los dientes,
son casi veinte,
y te duplicaste,
entre los cristales de tus lentes...

Casi veinte, y si te duelen los ojos,
no vayas a acomodar,
la vida a tu antojo,
que tus manos,
dejen la fuerza,
del pasado reciente,
y si se cae una lágrima,
entre los rosales,
no vayas a pedirme,
que le quite las espinas,
no vayas a pedir,
que no se sequen las flores.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Peces de ciudad - Joaquín Sabina. (Canción)

Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.
Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.
En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar
y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.
Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.
El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.
Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.

lunes, 9 de mayo de 2011

Ni fú.

La otra noche, de forma sutil y sin encanto se me declaró el gusto por salir a caminar de noche, una copia saludable de la vida bohemia. Algo tan sencillo como sincronizar los pies, echar marcha adelante y desplazarse. ¿Qué de generoso tendría pisar unos cuantos bloques de cemento y volver al hogar?  Me pondría a buscar una respuesta si tuviera deseos de saber porqué me gusta más caminar que ver la telenovela o leer el periódico. Los avisos clasificados no estuvieron buenos. Las noticias, ni hablar.  Sube el gas, la bencina, los colectiveros se van a paro, el siete por ciento de los jubilados, las promesas que deambulan en el limbo, por eso debe ser que me gusta echar marcha adelante y desplazarse… unos minutitos caminando sin pensar en volver. Ir, sólo ir. No podría negar que cuando emprendo la retirada, siento una punzada nostálgica en uno de mis costados. Eso debe ser lo único molesto de salir a andar sin rumbo fijo, la certidumbre ingrata de que hay que volver. Pero bueno, no todo puede ser perfecto.

miércoles, 27 de abril de 2011

La cerveza - Eduardo Galeano, Bocas de tiempo.

Este elixir conduce a la perdición. A la perdición de los caracoles.
Cuando oscurece, ellos salen de sus escondrijos y a ritmo de caracol avanzan dispuestos a devorar la carne verde de las plantas. En medio de la huerta, un vaso de cerveza monta guardia. Es una tentación irresistible. Llamados por el aroma, los caracoles trepan a lo alto del vaso. Desde el filo del abismo, se asoman a la sabrosa espuma y cuesta abajo resbalan, dejándose caer. Y en la mar de cerveza, borrachitos, felices, se ahogan.


Eduardo Galeano, Bocas de tiempo.

Fragmentos. (La mala hora)

-"No debían existir los lunes" -dijo el juez.
El barbero había empezado a cortarle el cabello.
-"Son culpa del domingo -dijo-. Si no fuera por el domingo -precisó con un aire alegre- no existirían los lunes"

- La mala hora -.
No importa, pero quedarse en el andén,
mirar los expresos pasar, o bien,
declararles la guerra,
de una vez por todas saltar las líneas amarillas,
amenazantemente gritar:
¡¿O te vas o te quedas?!
pero no es justo, no es justo,
que aún los tranvías,
no den el visto bueno,
para ir al olvido
Caramba,
se me ocurrió pensar,
qué dónde nos vamos a encontrar cuando se acaben los lugares...
y con qué musas vas a hacer poesía de ahora en adelante,
cuando nos miremos al espejo,
y seamos viejos...
Hoy en la mañana mentí,
sin querer,
y acá rompo la promesa
de no pensar en ti,
el problema no es el plebiscito,
de si escribirte, de si no,
el problema son mis dedos,
polichinelas tuyos,
no lo admito en voz alta,
pero el vértigo de estar a tu costado...
...en algún rincón....

Igual es una mentira.
La mala costumbre de pensar
dos veces las cosas
me saluda al desayuno,
me prepara el café:
'¿con o sin azúcar?
-sin, por favor-'...
El sacramento ingrato,
no me abochorna,
me da igual.

domingo, 10 de abril de 2011

Fragmentos.

Todo hacía pensar que Amaranta se orientaba hacia una felicidad sin tropiezos. Pero al
contrario de Rebeca ella no revelaba la menor ansiedad. Con la misma paciencia con que
abigarraba manteles y tejía primores de pasamanería y bordaba pavorreales en punto de cruz,
esperó a que Pietro Crespi no soportara más las urgencias del corazón.

(Relativo a Amaranta Buendía. Cien años de soledad - Gabriel García Márquez)

<<No soporto más ésta espera>>, Le dijo <<Nos casamos el mes entrante>> Amaranta no tembló
al contacto de sus manos de hielo. Retiró la suya, como un animalito escurridizo y volvió
a su labor.
- No seas ingenuo, Crespi -sonrió-, ni muerta me casaré contigo.
(Amaranta a Crespi. Cien años de soledad - Gabriel García Márquez)

Fragmentos.

"Pero lo que me preocupa, no es que me fusiles, por que al fin y al cabo, para la gente
como nosotros, esto es la muerte natural" "Lo que me preocupa -agregó- es que de tanto
odiar a los militares, de tanto combatirlos, de tanto pensar en ellos, has terminado por ser
igual a ellos. Y no hay un ideal en la vida que merezca tanta abyección"
(Gerineldo Márquez al Coronel Aureliano Buendía, Cien años de Soledad, Gabriel García Márquez)

sábado, 26 de marzo de 2011

Chubasco.

Ofrezco, para ti,
la menor intención,
a esta hora,
de hacerte compañía, a contraluz.

Aguaceros II.

Son culpables, los ojos impares,
tuyos, de que se llenen,
los jarrones de poesía,
ilusionas las manos mías,
a contraluz…
dos por uno te canto,
las razones, que invento para quererte,
del cuello y de tus narices.
Amado descalzo camina en la avenida,
Sin maltratar al silencio.
Balbontín sobrevivió con honores a la explosión de Hiroshima, a una dosis de cianuro en las entrañas,
a los fusiles de los militares, a tres golpes de estado, a diversos derrumbes
y terremotos, sobrevivió con gracia a un accidente vascular, a dos atropellos, a ocho horas de
plática con Borges, a un enfrentamiento civil en la Argentina, a la silla eléctrica y también a
una bofetada del mísmisimo comandante en jefe del III Reich, sobrevivió a un atropello en
la calle Hobbs sin un rasguño, cayó por descuido del piso noveno del Wall Street Center,
naufragó en las costas de África oriental, sobrevivió a la picadura de trescientas cincuenta y
cinco avispas, a un virus informático, a un corte de suministros durante cuarenta y dos días,
a las selvas  amazónicas, a una burbuja de aire en la sangre, a una crisis nerviosa, a una
corriente de aire que le paralizó el cuello, y al monóxido de carbono, a las cámaras de gas,
a una estampida de desnudos, y a un incendio químico. Al ácido muriático, a la soda caústica,
al impacto de un meteorito, a la llamada solución final, al invierno ruso y al psicópata de Alto
Hospicio...
Por eso, no entiendo porque carajo ahora mira los semáforos antes de cruzar la calle. No
entiendo, no entiendo, no entiendo.